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IA en salud: cerrar la brecha entre tecnología y bienestar

Esta sesión exploró cómo la IA puede mejorar la atención al paciente, avanzar en la investigación biomédica y garantizar un acceso equitativo a las innovaciones sanitarias.
El seminario web contó con la participación de Almudena Bonet Medina, de Telefónica Tech, Hannah Richardson, de Microsoft Research, Eugenio Minvielle, de INNIT, y Ángel Melguizo, de la UNESCO, que aportaron valiosas ideas sobre las oportunidades y los retos de la integración de la IA en la atención sanitaria.
Almudena Bonet Medina, representante de Telefónica Tech, destacó la importancia de la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. El enfoque de Telefónica se centra en tres pilares: transformación digital, soluciones digitales nativas e infraestructura y seguridad robustas. Bonet habló del despliegue de plataformas de gestión de datos sanitarios, o lagos de datos, que proporcionan una visión global de la información de los pacientes accesible a diversas partes interesadas. Estas plataformas pretenden mejorar la atención y el tratamiento de los pacientes facilitando un mejor acceso e integración de los datos.
También hizo hincapié en la necesidad de una gobernanza de datos y una cultura de transformación digital para garantizar aplicaciones de IA éticas y confiables. Destacó ejemplos prácticos como el Sistema de Gestión de Información Biomédica (BIMS) de Genomcore, que integra y procesa datos sanitarios multimodales al tiempo que garantiza la seguridad de los datos de los usuarios. Otro ejemplo fue el tablero de mando de urgencias, una herramienta impulsada por IA para apoyar la toma de decisiones en los servicios de urgencias mediante la predicción de la afluencia de pacientes y las necesidades de recursos. Subrayó la importancia de tener soluciones de IA éticas y confiables, haciendo hincapié en los esfuerzos de transparencia que Telefónica adelanta para mejorar la credibilidad de las iniciativas de IA.
Hannah Richardson, de Microsoft Research, inició presentando un estudio de caso sobre el uso de la IA en atención hospitalaria, centrándose concretamente en el , un gran hospital y organización de salud que presta servicio a varios estados del oeste de Estados Unidos. Esta iniciativa pretende crear modelos informáticos a partir de datos de ensayos clínicos e historias clínicas electrónicas para identificar tendencias y reducir la carga administrativa de los profesionales médicos. El proyecto emplea un enfoque centrado en el ser humano para considerar las repercusiones tanto para los pacientes como para los equipos clínicos.
Richardson también presentó el , un proyecto de investigación cuyo objetivo es ayudar a los radiólogos a prestar una atención eficaz a los pacientes. Richardson esbozó cinco prácticas clave esenciales para el éxito de la integración de la IA: equipos multidisciplinares, principios de IA responsables, gobernanza de datos, una estrategia de datos integral y la participación de los profesionales. Hizo hincapié en la necesidad de contar con diversas fuentes de datos y la participación de todas las partes interesadas para garantizar que los sistemas de IA sean justos, eficaces y beneficiosos para los profesionales de la salud. Habló del potencial de la IA para comprender mejor la biología humana y ofrecer una mejor atención médica. Para que esta visión tenga éxito, es necesario tener muy en cuenta el uso responsable y las aplicaciones correctas de la tecnología, y siempre pensando en las personas.
Eugenio Minvielle, Fundador y Presidente de INNIT, destacó la importante carga económica de los costos de salud relacionados con la alimentación, que ascienden a 11 billones de dólares y superan los gastos en alimentos, que se sitúan en 9 billones. Señaló que se prevé que esta tendencia aumente hasta los 47 billones de dólares en costos de salud relacionados con la alimentación en 2030. Planteó la cuestión de si la IA puede ayudar a mitigar el impacto de las enfermedades relacionadas con la alimentación en la salud. Al respecto, Minvielle presentó INNIT, una plataforma Food LM (Language Model) que aprovecha la inteligencia artificial para ayudar a los consumidores a tomar decisiones alimentarias mejor informadas. La plataforma se centra en proporcionar recomendaciones precisas, información personalizada y herramientas para tener un impacto positivo en la salud a través de la alimentación. Compartió un ejemplo de colaboración con Roche para ayudar a las personas con diabetes a tomar decisiones dietarias diarias, mostrando el potencial de la IA para abordar algunos retos de salud relacionados con la alimentación.
Minvielle también destacó un proyecto con la UNESCO para reducir la brecha de género en los resultados de las enfermedades cardiovasculares (ECV). Unas 25.000 mujeres mueren cada día de ECV (World Heart Federation), por lo general debido a síntomas a menudo silenciosos que difieren sustancialmente de los de los hombres. El proyecto busca recopilar más datos y desarrollar herramientas de IA que reconozcan y aborden mejor estas disparidades, reduciendo en última instancia la elevada tasa de mortalidad por ECV en las mujeres.
Ángel Melguizo, de la UNESCO, destacó el papel transformador de la IA a la hora de democratizar el acceso a la atención sanitaria y ampliar su alcance, especialmente para las poblaciones más vulnerables. Subrayó la importancia de garantizar que la IA siga siendo beneficiosa a través del desarrollo y la aplicación responsable. Sin embargo, hoy en día los fondos se destinan sobre todo al desarrollo tecnológico y menos a soluciones específicas. Por ejemplo, la capitalización bursátil de los 20 principales fabricantes de chips equivale al total del sector farmacéutico (más de 700 empresas, incluidas J&J, Merck, Novartis y Pfizer), y la capitalización de NVIDIA supera la de 165 empresas sanitarias mundiales (incluidas Cigna, CVS y Walgreens).
Melguizo también destacó la importancia de la neurociencia y la neurotecnología como los próximos avances significativos en el sector salud, impulsados por tecnologías emergentes como la IA. Señaló que la UNESCO está trabajando activamente en el desarrollo de recomendaciones éticas para el uso y desarrollo de la neurotecnología, de forma similar a sus esfuerzos con la IA. Los marcos de la UNESCO pretenden garantizar el despliegue ético de estas tecnologías, reforzando su compromiso con una tecnología fiable y centrada en el ser humano.
Debate sobre la confianza
La discusión se centró en construir confianza en las aplicaciones de IA en el cuidado de la salud. Los panelistas enfatizaron la importancia del liderazgo en la promoción del uso ético de la IA. Coincidieron en que la confianza se construye asegurando que los resultados de la IA sean precisos, personalizados y útiles, generando impactos positivos en la vida de las personas, como lo demostró INNIT.
Se destacó la importancia de las herramientas prácticas, como las evaluaciones éticas. La Evaluación de Impacto Ético de la UNESCO, que se está llevando a cabo con la colaboración del sector privado, sirvió de ejemplo. Los panelistas también subrayaron la importancia de la participación de las partes interesadas, que es crucial para entender cómo interactúan con los sistemas de IA y garantizar que estos sistemas satisfagan sus necesidades, al tiempo que facilitan el uso de los sistemas de IA, abordan los riesgos potenciales y mantienen un enfoque centrado en el ser humano.
Un tema transversal fue el papel crítico de los datos y la gobernanza de los datos, que deben seguir protocolos de seguridad y equidad.
En conclusión, el seminario web destacó el potencial transformador de la IA en el cuidado de la salud, enfatizando la innovación responsable, las consideraciones éticas y los esfuerzos colaborativos. A medida que la IA sigue evolucionando, su integración en el cuidado de la salud promete revolucionar la atención al paciente, avanzar en la investigación biomédica y promover la equidad en salud, especialmente para las poblaciones vulnerables.