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Impacto y proyección del Programa Espacial Nacional Argentino

El documento elaborado por la UNESCO a pedido del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina y en colaboración con organismos clave de Argentina, como la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), destaca los principales logros y el impacto positivo del programa en áreas estratégicas para el desarrollo científico y tecnológico del país, y detalla cómo la infraestructura espacial argentina ha permitido avances en el uso de tecnologías satelitales para el monitoreo del medio ambiente, la gestión de desastres y el desarrollo económico sostenible.
El Programa Espacial Nacional Argentino ha generado un impacto significativo en diversas áreas desde su creación en 1991, consolidándose como un actor clave en la economía del espacio. A través del desarrollo de satélites y tecnología espacial, Argentina ha logrado no solo impulsar la investigación científica y la observación de la Tierra, sino también fortalecer su infraestructura de telecomunicaciones. Desde la puesta en órbita de ocho satélites, el país ha avanzado en la autonomía tecnológica, beneficiándose de los derrames tecnológicos que han impactado positivamente en otros sectores productivos, como la aeronáutica y la energía nuclear.
Entre los logros más destacados del programa se encuentra la creación de empleos altamente calificados, el fortalecimiento de capacidades técnicas locales y la expansión de proveedores tecnológicos que ahora también colaboran en áreas como el gas y el petróleo. Además, se ha incrementado la colaboración con startups nacionales e internacionales, como Skyloom Global y Satellogic, cuya participación en el desarrollo espacial es fruto de la formación y experiencia adquirida en el marco del programa. Solo la CONAE alcanzó una suma de 34 proveedores locales de base tecnológica el 50% cuenta con instalaciones en CABA o provincia de Buenos Aires, el 29% en la provincia de Río Negro, el 24% en la provincia de Córdoba, y el 3% en San Juan, el 3% en Mendoza, y el 3% en Tierra del Fuego. Adicionalmente, el 9% de las empresas cuenta con oficinas o representaciones en el resto del mundo.
Las actividades espaciales en Argentina han generado un impacto económico positivo, principalmente a través de la consolidación de la industria satelital y las telecomunicaciones. En 2020, los servicios de telecomunicación satelital representaron una importante fuente de ingresos, con el 76,74% proveniente de la televisión y un 13,63% de servicios fijos, lo que demuestra la centralidad de las tecnologías espaciales en la infraestructura de comunicaciones del país. Estos ingresos no solo apoyan el crecimiento del sector de las telecomunicaciones, sino que también fomentan el desarrollo de otras industrias tecnológicas.
Según el informe, el programa espacial también ha impulsado la creación de empleos altamente calificados y el fortalecimiento de la capacidad tecnológica nacional, así como nuevos emprendimientos privados que en gran medida hacen uso y se apoyan en capacidades desarrolladas en el marco de las misiones espaciales impulsadas por el Estado en las últimas décadas. La exportación de servicios satelitales y la participación en la economía global del espacio permiten a Argentina insertarse en mercados internacionales, atrayendo inversiones y fomentando la innovación. Además, la infraestructura desarrollada, como el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA), permite la realización de pruebas locales, reduciendo costos y promoviendo la autonomía en el desarrollo espacial.
Los proyectos abarcan una gran variedad de actividades espaciales con aplicaciones tanto para el espacio como para la Tierra, a saber:
- comunicación satelital láser;
- diseño y desarrollo de misiones de nanosatélites y de constelaciones de órbita baja;
- gestión de una red de transporte orbital;
- desarrollo de servicios privados de lanzamiento orientados hacia ciertos nichos de mercado;
- y desarrollo de electrónica especializada para uso espacial.
Respecto de las tareas e infraestructura, en los proyectos se pudieron identificar entre otras, oficinas comerciales, plantas piloto, sitios de ensayo, telepuertos, e instalaciones para actividades de I+D y operación de misiones. Las tareas llevadas adelante por los proyectos están dispersas a nivel federal e internacional. En Argentina han localizado facilidades en Buenos Aires, Córdoba y Catamarca, y a nivel internacional en países de América, Europa, Asia y Medio Oriente.
De la lectura del reporte se desprende que la industria espacial argentina ha contribuido significativamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular a los ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura) y 13 (Acción por el Clima).
Ernesto Fernández Polcuch, Director de la Oficina Regional de UNESCO Montevideo, señaló: "El Programa Espacial Argentino no solo fortalece la capacidad científica y tecnológica del país, sino que también impulsa el desarrollo económico y social a través de su impacto en industrias clave".
Por su parte, Guillermo Anlló, Especialista Regional en Ciencia, Tecnología e Innovación, destacó: "La participación argentina en la Nueva Economía del Espacio es un ejemplo claro de cómo la inversión en ciencia y tecnología puede generar beneficios económicos y sociales, creando un ecosistema sostenible".
El crecimiento del sector espacial ha demostrado ser una fuente clave de ingresos, especialmente en telecomunicaciones satelitales, y un generador de empleos de alta tecnología. A pesar de los desafíos financieros, el programa ha seguido adelante con la puesta en órbita de ocho satélites y la consolidación de infraestructura crítica, como el CEATSA, permitiendo que Argentina mantenga una posición relevante en la economía espacial global.

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