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La Alianza para la ܳó de las Niñas de Pakistán, galardonada por la UNESCO, ayuda a las niñas a superar las dificultades para asistir a la escuela

El programa Star Schools de la Alianza para la ܳó de las Niñas de Pakistán (PAGE) es uno de los dos galardonados con la edición 2023 del Premio UNESCO para la ܳó de las Niñas y las Mujeres.
Pakistan Alliance for Girls Education

“Cuando las niñas pasan por una Star School (Escuela Ejemplar), deseamos que salgan no sólo alfabetizadas, sino seguras de sí mismas y, sobre todo, conscientes de sus derechos, para que crean que existe un futuro para ellas”, afirma Fajer Pasha, directora ejecutiva de PAGE. 

PAGE se puso en marcha en 2013 para ayudar a niñas en contextos muy difíciles a superar la pobreza extrema y las barreras culturales a la educación. En 2016, se puso en marcha el programa , con 169 escuelas en todo el país. Los galardonados con el Premio UNESCO de ܳó de las Niñas y las Mujeres en su edición de 2023 han influido directamente en la vida de más de 540 000 niñas, incluidas las que pertenecen a minorías y las refugiadas afganas y rohingya. El proyecto también ha llegado a niñas de regiones con muy bajas tasas de alfabetización femenina y a a otras afectadas por situaciones de emergencia como las devastadoras inundaciones ocurridas en 2022.

Una estrategia bien diseñada para escolarizar y mantener a las niñas en la escuela

“Tenemos una crisis social y educativa. Así que debemos utilizar la educación como herramienta para abordar los demás desafíos a los que deben hacer frente las niñas y las mujeres. Lo que funciona es implicar a la comunidad y a los padres, así como cambiar sus mentalidades”, afirma Fajer.

En algunas zonas del país puede no haber escuela primaria. Y si las hay, puede que no haya una escuela media o de enseñanza secundaria a la que puedan acceder. También faltan docentes formadas, y las mujeres hacen frente a menudo a las mismas restricciones culturales que las niñas, lo que significa que no pueden viajar lejos para ocupar un puesto.

El programa identifica primero dónde faltan escuelas y, luego, da el paso esencial de implicar a la comunidad. Para ello se suele empezar por los responsables más influyentes, incluidos los líderes religiosos, con miras a plantear la importancia de la educación de las niñas. Se identifica a las mujeres a escala local y se las contrata como maestras en función de su experiencia y cualificaciones. Se identifica un espacio para instalar un aula y se hacen anuncios públicos desde la mezquita para que padres e hijos se reúnan. Mediante el programa Feed a Paratha, se contrata a mujeres para que proporcionen alimentos a los alumnos y puedan ganarse la vida.

Video presenting the project

Decisiones pragmáticas para adaptarse a una diversidad de necesidades

Puede haber un aula o cinco espacios separados en aldeas conectadas. Puede que tengamos que proporcionar material escolar, pero no gastamos dinero en muebles más allá de lo básico. Es posible adaptar el horario escolar para que las niñas puedan trabajar en sus casas o en la fábrica. Lo más importante es darle a la comunidad la propiedad de la iniciativa”, afirma Fajer Pasha.

Tamanna, de trece años, la cuarta de diez hermanos en una familia tan pobre que lucha a diario por encontrar el sustento, asiste a una escuela Star School en Badia Rustum Khan, en el distrito de Islamabad. “Me encanta todo el trabajo escolar, las clases de inglés, de urdu y las matemáticas. Star School nos lo da todo, desde libros gratis hasta el uniforme y la mochila. No quiero dejar mis estudios. Quiero ser maestra algún día”, afirma.

El apoyo a lo largo de toda la vida es vital

“Nos queda aún mucho camino por recorrer para lograr que las mujeres sean aceptadas como seres humanos con derechos, como personas que pueden tener el sueño de pilotar un avión o practicar deportes. A menudo, en cuanto llega la pubertad, se saca a las niñas directamente de la escuela y se las prepara para el matrimonio precoz y para ocuparse de un hogar. El cambio sólo empieza para ellas con el acceso a una educación de calidad, holística y centrada en la comunidad”, afirma Fajer.

Para garantizar que las niñas de más edad también puedan progresar, el programa ha creado un programa de becas con el apoyo del Fondo Malala que permite que 30 niñas de Swat, una provincia particularmente conservadora, completen su educación.

Otra colaboración con Prince's Trust International permite que niñas con alto riesgo de abandono escolar logren la independencia económica gracias a la adquisición de competencias digitales y empresariales.

También se organizan actividades de asesoramiento y deportivas en las escuelas para reforzar la confianza y la autoestima de las niñas.

“En una cultura en la que la salud mental es tabú, el hecho de poder hablar con alguien puede provocar un cambio radical. Las niñas se vuelven locuaces y confiadas y hablan de sus objetivos futuros”, afirma Fajer. Podemos ver que una mayor concienciación a nivel político significa que el cambio ocurra rápidamente. Hemos podido comprobar en el terreno que, si una niña asiste a la escuela, otras la seguirán”.