Registros de convictos de Australia
La emigración forzosa al continente australiano de unas 165.000 personas en los 80 años que van de 1788 a 1868 marca el comienzo de la era moderna de la globalización por iniciativa de entidades gubernamentales. La deportación transformó para siempre la existencia de aquellos convictos, en su mayoría británicos e irlandeses, y al mismo tiempo destruyó en gran medida la forma de vida de los aborígenes de Australia. Una burocracia modelo consignó minuciosamente la historia de los convictos, generando una documentación impresionante sobre personas de la clase trabajadora del siglo XIX, desde sus raíces británicas hasta sus destinos australianos. Estos registros contienen información relativa a todos los aspectos de la vida de los convictos, incluidos su aspecto físico, su nivel de alfabetización, su oficio o profesión, su delito y su sentencia, su comportamiento en presidio, ulteriores castigos, medidas de clemencia, su puesta en libertad condicional o su matrimonio. Los datos de medicina legal han permitido a los historiadores elaborar un retrato del capital humano que configuró la economía, la demografía y la cultura de los primeros tiempos de la Australia colonial.
