Fondo José Martí Pérez
La obra de José Martí (1853-1895) es un importante componente educativo del mejor legado cultural de la humanidad. Como pensador y político, Martí estuvo en la vanguardia de los ámbitos de la creación literaria y la acción social. Su permanente influencia, particularmente en la cultura de América Latina, va mucho más allá de las esferas literarias y artísticas, y es parte legítima de lo que los cubanos consideran auténticamente suyo.
La defensa que hizo Martí de la autodeterminación de los pueblos y naciones de Asia, África y América Latina convierte sus ideas en una referencia permanente para nuestro tiempo. Al demostrar la relación estructural de regiones y pueblos tan diversos como territorios periféricos de los centros del poder mundial, José Martí relaciona a América Latina con lo que más tarde se definiría como el Tercer Mundo, a la vez que refuerza la identidad cultural latinoamericana en el discurso contemporáneo cuando pone de manifiesto su carácter distintivo de miembro de esa comunidad segregada por los centros de poder a nivel mundial. Su ideal libertador, su defensa de la diversidad cultural, su visión cósmica humanista y su ética del servicio, por otra parte, son los fundamentos de una ideología fuerte y coherente opuesta a los argumentos de superioridad social, racial y geográfica que todavía se mantienen activos.
Como testigo y actor de primera fila en las relaciones internacionales de su tiempo, Martí dejó documentos de extraordinario valor. Sus escritos logran poner al descubierto las maniobras diplomáticas, políticas y económicas de los inventores del panamericanismo –un instrumento de los grupos de poder de los Estados Unidos de América– en la construcción de ese país como potencia mundial.
Como escritor, José Martí es uno de los maestros de la literatura universal. Poseedor de una vasta cultura y un enorme talento creador, durante su corta vida de insólita intensidad produjo un corpus escrito en prosa y verso que es uno de los más sólidos cimientos de la literatura moderna en lengua española.
Al igual que Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud o Walt Whitman en sus lenguas respectivas, Martí es uno de los padres de la modernidad literaria en el mundo de habla hispana. Rubén Darío y Domingo Faustino Sarmiento reconocieron su maestría públicamente, en sus escritos respectivos. Se le comparó con Victor Hugo. Acometió una renovación de la lengua española y aplicó con originalidad a su prosa y su poesía técnicas semejantes a las empleadas por los parnasianos y los simbolistas. Su lenguaje, su sintaxis y su adjetivación presentan una novedad radical, y puso en práctica recursos poéticos modernos como la metáfora sinestésica, la enumeración poética, la estructura binaria, el verso libre y la ruptura sistemática. Su convicción de que no habrá una literatura hispanoamericana mientras no haya una Hispanoamérica llenó las páginas de los principales periódicos de América Latina, convirtiéndole en la primera figura cubana que despertó un amplio eco continental. Su literatura no sólo conduce a una renovación del lenguaje, sino que lleva consigo una captación integral de la realidad y de la cultura universal, y particularmente de la cultura del hemisferio. Al lado del elogio de las grandes personalidades de la cultura, la ciencia, la industria y la política, Martí ofrece retratos de su tiempo, y un estudio todavía más penetrante del desasosiego social de los años finales del siglo XIX. Sus temas cubren prácticamente todos los asuntos relevantes de la modernidad, y su prosa meditativa está tan cargada de poesía como su poesía está llena de meditación, sometiendo los géneros a tensiones extremas.
Se le considera un clásico de la literatura universal, y sus textos se han traducido a varias lenguas, por su valor literario y sus tesis sobre la inclinación de América a un humanismo considerado desde el punto de vista de los pobres de la Tierra, aunque el hecho de aparecer como un escritor del Tercer Mundo le ha impedido ser tan difundido como merece.
Todo esto explica la importancia del estudio y conservación de esta documentación como legado artístico e histórico inestimable en sus vastos aspectos estéticos, políticos, sociales y económicos –ya que abordan problemas y soluciones que son totalmente válidos en las sociedades contemporáneas–, y como componente inseparable de un nuevo modelo de desarrollo sostenible.
La importancia de la figura histórica de José Martí ha sido reconocida por la UNESCO a través de la creación por esta Organización en 1995, en el centenario de su caída en combate, del Premio Internacional José Martí, y la declaración por la que este apóstol de los cubanos fue designado como una de las personalidades de aquel año. Asimismo, la 31ª Conferencia General de la UNESCO aprobó en 2001 la decisión de asociarse, durante el bienio 2002-2003, a las celebraciones del 150 aniversario de su nacimiento.
