Libro de bautismos de esclavos, 1635-1670

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Inscrito en el Registro Internacional de Memoria del Mundo en 2009 y en el Registro Regional para América Latina y el Caribe en 2011, el "Libro de bautismos de esclavos" es único en la historia eclesiástica dominicana y fuente de valiosa información pertinente al carácter de la esclavitud americana, especialmente en el puerto oriental de la isla en el siglo XVII. La isla Hispaniola (o Santo Domingo) fue punto de lanzamiento de los procesos del descubrimiento, conquista y colonización de América a partir de 1492. La introducción de los primeros esclavos africanos a la isla data de 1493 aunque la trata propiamente se organiza en la segunda década del siglo XVI: primero se usaron licencias individuales y luego se aplicó el sistema de comercio e importación denominado "asiento".
Cuando la industria del azúcar comienza a expandirse hay un incremento en la población esclava y se establece el régimen de plantaciones. Los esclavos africanos primero fueron incorporados y luego sustituyeron a la población esclava indígena y a cautivos de otras islas del Caribe y del continente Sudamericano. Desde mediados del siglo XVII, la población esclava africana integraba la mayor parte de la población total de Hispaniola. Procedían de las costas cerca de Cabo Verde y el Golfo de Guinea. Ya entonces los esclavos rechazaron la esclavitud, llegando a organizar rebeliones armadas. La manera preferida de rebelión era la "cimarronada": abandono de la plantación a la que pertenecían para establecerse en "manieles", lugares protegidos aislados. Desde allí efectuaban incursiones a las propiedades de sus antiguos dueños, quemando y destruyendo las siembras de caña de azúcar y sacrificando los animales.
Hacia finales del siglo XVIII, la cimarronada fue desapareciendo a medida que el sistema de plantaciones llegaba a su fin. Aunque menos frecuente, la rebelión de esclavos creaba la misma inquietud y temor entre hacendados españoles o naturales. De allí que se organizaran frecuentes incursiones contra los "manieles". A mediados de este mismo siglo se produce un ataque contra el Maniel Ocoa, y en el libro de bautismos se alude a la captura de veinticuatro niños en esa ofensiva. A comienzos del siglo XIX, la cimarronada dio paso a otros mecanismos de protesta y/o de asimilación, hecho posible debido al número creciente de esclavos liberados quienes podían presentar ante la Corte Civil su demanda de libertad, especialmente cuando los hacendados no habían respetado sus contratos. Este recurso permitió el incremento de la población libre no solo en las ciudades sino también en los campos.