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La UNESCO organiza un webinario sobre las repercusiones de la COVID-19 en la educación superior

Tras la , vinculada a la COVID-19, y que ha afectado a más de 220 millones de estudiantes de la educación terciaria en todo el mundo, la UNESCO realizó una encuesta a escala mundial para conocer la situación de la educación superior en los planos nacional y mundial, entre diciembre de 2020 y febrero de 2021.
La encuesta tiene como objetivo evaluar la repercusión variable de la pandemia en los sistemas de educación superior, en términos de acceso, equidad y calidad de la enseñanza y el aprendizaje, del funcionamiento de los establecimientos universitarios, de los desafíos nacionales, los retos emergentes y las respuestas estratégicas.
Los resultados de la encuesta proporcionan un panorama de la manera que algunos países lograron transformar en oportunidades los desafíos que significó la rápida digitalización de la educación, gracias a un apoyo gubernamental sólido y a la cooperación internacional.
Al concluir la encuesta, la UNESCO organizó el 30 de junio de 2021 un webinario para presentar las conclusiones principales y dar la oportunidad a los agentes de la educación superior –representantes universitarios, encargados en la formulación de políticas, estudiantes y docentes– de compartir sus puntos de vista y sus experiencias acerca de la pandemia de COVID-19.
En la inauguración del evento, Stefania Giannini, Subdirectora General de ܳó de la UNESCO, afirmó que “el webinario de hoy tiene un significado relevante ya que posee la capacidad de reunir a todas las partes interesadas para comenzar el proceso arduo de redefinir la educación superior, para que sea más inclusiva, en favor de un mundo que contribuya al bien común a escala mundial”.
Akemi Yonemura, especialista de programas de la UNESCO, presentó las conclusiones principales del , haciendo hincapié en el incremento acelerado de las desigualdades debido a la pandemia, pero también de las prácticas idóneas de varios países, que pudieron transformar los desafíos en oportunidades gracias a la innovación, a un sólido apoyo gubernamental y a la cooperación internacional.
Entre los 10 Estados representados, quedó claro que la pandemia obligó a los sistemas de educación superior a pasar de forma radical a un funcionamiento virtual. Los representantes evocaron la necesidad de infraestructuras mejoradas, de un acceso más fácil a Internet y a los dispositivos digitales, así como de la transición hacia métodos de aprendizaje híbrido. La Sra. Barai Mobarez, representante de Afganistán, resumió las dificultades al declarar que “nuestros obstáculos principales son la carencia de infraestructura, el bajo nivel en materia de competencias digitales entre los docentes y estudiantes, y el poco acceso a los dispositivos digitales”.
Los participantes declararon también sus inquietudes por la reducción de matrículas que ha tenido una repercusión en el funcionamiento de las universidades y, en particular, en la cantidad de personal contratado. El Dr. Frank Sawanga Ndakala, representante de Kenya, explicó que “mientras se produjo un aumento de un 3,9% de estudiantes matriculados en el sector público, constatamos a la vez una disminución de 11,5% en el sector privado, algo que resulta preocupante para estas universidades que no tienen suficientes fondos para pagar a su personal”. El Dr. Dameon Black, representante de Jamaica, confirmó este análisis, al comentar que “la repercusión en la contratación del personal afectó seriamente a los establecimientos privados que dependen de las matrículas de los estudiantes”.
El Dr. Jack Maebuta, representante de la Universidad Nacional de las islas Salomón, proporcionó un panorama de la repercusión a largo plazo, observando que “el costo indirecto tuvo que ver en gran medida con la pérdida de ingresos de los estudiantes que no pudieron asistir a los cursos, pues la universidad no otorgó ninguna beca de estudios en 2021”.
Los representantes de las universidades y de los estudiantes llamaron la atención sobre el efecto psicológico de la pandemia, citando el aislamiento y la carencia de interacción con los docentes y los demás estudiantes que resultaron perjudiciales para sus experiencias, estados de ánimo y motivaciones para continuar sus estudios. Asimismo, el Sr. Moritz Bilagher, representante de la UNRWA señaló que “el aumento de la presión financiera sobre las familias incita a numerosos estudiantes a abandonar sus estudios” y que “hemos observado una disminución del porcentaje de estudiantes graduados que encuentran trabajo, con respecto a años precedentes”. Encontrar un trabajo después de obtener el diploma es una preocupación de la que se hizo eco la Sra. Hanwen Zhou, ex pasante en la UNESCO: “Como recién graduada, obtener un empleo es lo más difícil. No cabe duda de que se han reducido considerablemente las ofertas de empleo [debido a la pandemia], en particular para los estudiantes internacionales”.
No obstante, varios representantes destacaron algunos aspectos positivos. El Dr. Ghazali Kamila, representante de Malasia, señaló que “todas las universidades públicas se han mostrado muy solidarias al compartir sus recursos, sus experiencias y sus prácticas idóneas. Por ejemplo, los centros de recursos ofrecieron sesiones de formación a todo el personal docente para formarlos en impartir clases en línea”. La Sra. Candice Ennis Williams, representante de Canadá, recalcó que “una de las primeras medidas adoptadas en 2020 fue la de incrementar el apoyo financiero a los estudiantes. La mayoría de las provincias proporcionaron equipos tecnológicos, tales como computadoras, tabletas, compras, etc.” La Sra. Marie-Anne Persoons, representante de Bélgica, también estuvo de acuerdo en que la solidaridad internacional, en particular en lo relativo a la movilidad, será crucial en el futuro y expresó el interés de su país en ratificar la .
Al cierre, la Sra. Katsuno-Hayashikawa, directora de ܳó 2030 en la UNESCO, incitó a que todos los países y universidades sacaran provecho de este periodo difícil para mejorar su educación superior: “Esta crisis ofrece la mejor oportunidad para comenzar a aplicar programas más sostenibles inspirados de la Agenda 2030 y de los ODS, trabajando para reducir las desigualdades y proporcionando a todos igualdad de oportunidades para acceder a la educación superior mediante la promoción de un verdadero aprendizaje a lo largo de toda la vida”.
Finalmente, el Sr. Peter J. Wells, responsable de la educación superior de la UNESCO, comentó que el webinario había constituido “una sesión notable pero también conmovedora de relatos y experiencias y una lección de humildad para todos nosotros en la UNESCO”.
Basándose en los resultados de la primera encuesta y de las experiencias y otras cuestiones evocadas durante este evento, la UNESCO llevará a cabo una segunda encuesta sobre la educación superior para recopilar más datos sobre la repercusión de la pandemia en los sistemas de educación superior y para contribuir a ayudar a sus Estados Miembros a que reformar sus sistemas de enseñanza superior, algo que contribuirá a la que tendrá lugar en mayo próximo, en Barcelona (España).
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