Los medios ante las catástrofes

Historia

Los medios ante las catástrofes

La creciente necesidad de estrategias institucionales de preparación y respuesta

Con el fin de ayudar a los medios a actuar eficazmente en caso de catástrofe y de reforzar la capacidad de la sociedad para resistirla y recuperarse de ella, la UNESCO está elaborando, en colaboración con la Unión de Radiodifusión de Asia y el Pacífico (ABU), un modelo de plan de preparación y respuesta ante catástrofes para los medios. El objetivo de esta herramienta es ayudar a los medios a desarrollar o mejorar sus propias estrategias de preparación y respuesta ante las catástrofes, garantizando que estén preparados institucionalmente para hacer frente a las emergencias y puedan contribuir mejor a reforzar la resiliencia de la comunidad a través de su trabajo.

Los medios en primera línea de las catástrofes

La magnitud y el impacto de las catástrofes están aumentando en los últimos años. Sólo en 2024, las pérdidas globales relacionadas con las catástrofes alcanzaron en todo el mundo una cifra estimada de , frente a los de 2023, y detrás de estas cifras se esconden consecuencias humanas, sociales y de desarrollo de gran alcance. Las catástrofes interrumpen los servicios, ejercen presión sobre las instituciones y ponen a prueba la capacidad de las sociedades para funcionar en situaciones de emergencia, en las que el acceso a información fiable y oportuna es aún más vital.

Las instituciones mediáticas, incluidos los medios audiovisuales, impresos y digitales, desempeñan un papel integral en todo el ciclo de gestión de catástrofes. En tiempos de calma, sensibilizan a la opinión pública sobre las amenazas y los riesgos, y exigen responsabilidades a los poderosos. Cuando se produce una catástrofe, los medios desempeñan un papel crucial en la difusión de alertas tempranas y en la promoción de la participación del público en los procesos de respuesta y recuperación. El  destaca su contribución a la reducción del riesgo de desastres.

Sin embargo, muchos medios siguen siendo vulnerables a las mismas perturbaciones sobre las que tienen que informar. Las infraestructuras pueden resultar dañadas, las operaciones interrumpidas y el personal correr peligro. En las actividades de desarrollo de los medios que la UNESCO lleva a cabo en todas las regiones desde 2023, se observan con frecuencia lagunas en la capacidad técnica, los planes de contingencia, las políticas editoriales internas y las estrategias de programación para informar eficazmente sobre las catástrofes.

El estado de preparación de los medios

Para ayudar a los medios a reforzar sus estrategias institucionales de preparación y respuesta ante catástrofes, la UNESCO y la ABU se propusieron elaborar un Plan Modelo de Preparación y Respuesta ante Catástrofes para Instituciones mediáticas, el primero de este tipo en este ámbito. El proceso comenzó en 2024 con una encuesta destinada a evaluar el estado actual de las estrategias de gestión de catástrofes entre los e identificar las lagunas y necesidades relacionadas. Se recibieron respuestas de unas 60 instituciones mediáticas de todas las regiones, incluidas emisoras públicas nacionales, medios comunitarios y privados.

Los resultados revelaron que el 40% de los encuestados carecía de Procedimientos Operativos Estándar (POE) o de planes integrales de respuesta ante catástrofes, a pesar de la importante inversión realizada en este campo en la última década. Aunque muchos medios disponen de algunos mecanismos de respuesta ante catástrofes, un número considerable de los encuestados sigue careciendo de estrategias de preparación adecuadas.

Aunque la mayoría de los medios declararon difundir información oficial sobre emergencias o catástrofes a través de la televisión o la radio, apenas la mitad de ellos incluye dicha información en sus sitios web de forma sistemática, y el 56,1% asegura que las actualizaciones de emergencia se comparten en sus plataformas de medios sociales. A algunos medios les resultó difícil difundir eficazmente la información oficial que reciben, por ejemplo, porque no se presenta en un formato rápidamente utilizable o es demasiado técnica.

Muchos de los medios que responden a la catástrofe cuentan con ciertas políticas editoriales para emergencias, como la comprobación de hechos (87,8%) y la entrevista y representación de los supervivientes de la catástrofe (68,3%). Sin embargo, las políticas sobre verificación de contenidos generados por los usuarios (46,3%) están menos presentes y sólo el 31,7% de las instituciones mediáticas cuentan con políticas para producir contenidos accesibles.

En cuanto al compromiso y la inversión institucionales, el 55% de los encuestados indicaron que sus medios no han asignado recursos financieros y humanos específicos para prepararse ante situaciones de emergencia y catástrofe. La formación periódica en materia de preparación ante catástrofes aún no forma parte de las actividades habituales. Sólo el 26% de los encuestados afirmaron participar en simulacros organizados por las autoridades nacionales de gestión de catástrofes, el 22% en simulacros de evacuación para el personal y el 18% en formación sobre cobertura de catástrofes.

La inclusión y la accesibilidad también aparecen como áreas que necesitan mejoras significativas, con lagunas persistentes en los esfuerzos por no dejar a nadie atrás. Mientras que el 41,5% de los encuestados afirmaron buscar activamente mujeres expertas y fuentes para la cobertura de catástrofes, el 22% no lo hace o lo hace raramente. En cuanto a la composición por sexos de los equipos que se desplazan al terreno para informar sobre las catástrofes, el 66,7% indicó un objetivo de paridad de género, aunque el 28,3% afirmó que sus equipos siguen siendo predominantemente masculinos. El 65,2% de los medios que respondieron indicaron no tener estrategias específicas para llegar a las poblaciones que viven en zonas rurales remotas en tiempos de emergencia.

Además, solo el 27,5 % declaró utilizar herramientas digitales o de inteligencia artificial en la cobertura de catástrofes o la información medioambiental, lo que pone de manifiesto un retraso significativo en la integración digital, mientras que el 65,5 % ve potencial en el aprovechamiento de estas herramientas para mejorar la información sobre catástrofes, pero no sabe cuáles ni cómo utilizarlas. Los encuestados también indicaron que colaboran con otros medios en la información sobre el clima y las catástrofes, como acuerdos para compartir contenidos (42,5%), proyectos de coproducción (32,5%) y reportajes e investigaciones conjuntos (27,5%), mientras que el 30% no tiene este tipo de colaboración en la actualidad, pero considera que sería positivo.

Los resultados preliminares del estudio se compartieron en la 8ª Cumbre de Medios de Comunicación de ABU sobre Acción Climática y Prevención de Catástrofes, celebrada en Indonesia en agosto de 2024.

Aftermath of Indian Ocean Tsunami in Sri Lanka
A UNTV cameraman covering the destruction caused by the tsunami of 26 December 2004 in Mullaitivu, a town in northeastern Sri Lanka. The tsunami claimed the lives of nearly 5,000 members of this community while another 800 are still listed as missing.

Información procedente de los medios de comunicación y las partes interesadas en la gestión de catástrofes

Tras la encuesta, se realizaron entrevistas con informantes clave, entre ellos representantes de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), la Organización Meteorológica Mundial (OMM), servicios meteorológicos nacionales y agencias de gestión de desastres. Además, se celebraron consultas en profundidad y debates de grupo con una amplia gama de medios de comunicación públicos, comerciales y comunitarios de más de 30 países situados en zonas propensas a las catástrofes. Se prestó especial atención a la región de Asia-Pacífico, una de las más expuestas y vulnerables a las catástrofes. A lo largo de los debates, los participantes plantearon una serie de preocupaciones y posibles soluciones.

Las partes interesadas consultadas subrayaron la necesidad de reforzar la coordinación entre los medios y las autoridades meteorológicas y de gestión de catástrofes. Así, se consideró esencial integrar todos los tipos de medios, incluidos los privados y los comunitarios, en los sistemas nacionales de emergencia. También se alienta una colaboración más coherente con las organizaciones de ayuda en caso de catástrofe. La falta de rentabilidad percibida en los contenidos relacionados con la prevención de catástrofes y la reducción de riesgos se subrayó como un obstáculo importante para que los medios trabajen en la RRD más allá de la difusión de alertas tempranas.

Mantener las prácticas de preparación y respuesta ante catástrofes dentro de las instituciones mediáticas fue un tema que surgió con frecuencia durante las conversaciones. Los expertos hicieron recomendaciones como la de asignar responsabilidades a puestos específicos y no a individuos. Tras destacar la elevada rotación de personal en el sector de los medios y el enfoque tradicional en la formación individual, pidieron una formación continua y repetida con frecuencia en información sobre catástrofes, cobertura del clima y cuestiones medioambientales, para mantener la eficacia.

La visibilidad y representación de los grupos vulnerables fue otro motivo de preocupación. Las personas con discapacidad, las mujeres y los niños suelen quedar al margen de la comunicación sobre catástrofes. Los entrevistados subrayaron la importancia de abordar esta cuestión como parte de los esfuerzos nacionales de desarrollo, en lugar de depender únicamente de proyectos internacionales. En cuanto a la accesibilidad lingüística, aunque las alertas oficiales de emergencia suelen traducirse en los países multilingües, la producción de contenidos mediáticos de RRD en varios idiomas no suele ser económicamente viable. Por ello, se sugirió la formación periódica de los medios de comunicación locales que trabajan en las lenguas locales como un enfoque más rentable para transmitir mensajes clave en varios idiomas.

La radio comunitaria fue ampliamente reconocida como un canal vital para las poblaciones rurales y vulnerables. La integración de los planes de preparación y respuesta ante catástrofes en estos medios se consideró crucial. Sin embargo, los medios comunitarios, especialmente en zonas con tecnología o conectividad limitadas, se enfrentan a numerosos retos en cuanto a capacidad técnica y recursos.

Por último, los entrevistados subrayaron la importancia de institucionalizar la gestión del riesgo de catástrofes en los medios. La creación de capacidad institucional, en lugar de depender de determinados miembros del personal con conocimientos o de proyectos ad hoc, se consideró la forma más sostenible de reforzar la contribución de los medios a la preparación y respuesta ante las catástrofes.

Elaboración de un marco estructurado

El Plan Modelo de Preparación y Respuesta ante Catástrofes para Instituciones mediáticas ha sido concebido para abordar las necesidades y lagunas identificadas, e incorpora recomendaciones de expertos y profesionales. Ofrece un marco estructurado y una guía paso a paso para que los medios elaboren un plan completo y adaptado para prepararse y responder a las catástrofes en todas las áreas operativas y editoriales. Este recurso está diseñado para adaptarse a diferentes contextos nacionales y locales, y es válido tanto para las grandes emisoras nacionales como para los pequeños medios locales, ya sean de radio, televisión, prensa o digitales.

Además de la investigación y las consultas realizadas, que sirvieron de base para el proceso de desarrollo, la herramienta se basa en planes y prácticas institucionales ejemplares existentes en los medios de comunicación, como el Plan Nacional de Radiodifusión de Emergencia de la Corporación Australiana de Radiodifusión, el Plan Estratégico de Emergencia y RRD de la Corporación de Radiodifusión de Fiyi y el Programa Bosai de la NHK.

Actualmente, la herramienta se encuentra en fase de revisión entre pares y se prevé su lanzamiento para el segundo semestre de 2025.

Climate Chante in News Media

Preparación y respuesta ante catástrofes para los medios

El Plan Modelo de Preparación y Respuesta ante Desastres para Instituciones mediáticas forma parte del compromiso más amplio de la UNESCO de fortalecer los medios como contribuyentes clave en la preparación, respuesta y reducción del riesgo de desastres. Otras iniciativas incluyen el desarrollo de capacidades para los medios en numerosas regiones propensas a desastres y la creación de herramientas y recursos globales como la Encuesta de Evaluación Rápida de Necesidades Post-Desastre para Instituciones mediáticas.