Saif Al-Sharaa

Historia

Dar nuevas perspectivas de futuro a los jóvenes refugiados

El conflicto en Siria, que comenzó en 2011, ha provocado un desplazamiento a gran escala en la región, así como importantes trastornos en sectores sociales vitales en los países de acogida, incluida la educación, lo que supone una importante presión para las comunidades de acogida.

Otro caso es el del joven sirio Saif Al-Sharaa, que en 2013 pidió asilo en Jordania. En su país había obtenido el título de graduado de la enseñanza secundaria (“tawjihi”), pero no pudo continuar sus estudios. En el marco del Plan de Respuesta a la Crisis Siria del gobierno de Jordania, la Oficina de la UNESCO en Amán, con ayuda financiera de la República de Corea y en colaboración con el Colegio Técnico Universitario “Luminus”, puso en marcha un Programa de Enseñanza y Formación Técnica y Profesional (EFTP) para jóvenes jordanos en situación de vulnerabilidad y refugiados sirios.

Gracias a ese programa, Saif obtuvo una de las 250 becas otorgadas y pudo reanudar sus estudios. Cursó primero una formación en ingeniería civil y luego adquirió competencias en materia de gestión empresarial, alternando sus estudios con un empleo de camarero en un café. Una vez obtenidos sus títulos académicos, realizó su sueño: llegar a ser propietario del café y convertirlo en un luminoso espacio lleno de vida, propicio para la convivencia y los encuentros amistosos.

 

 

I feel really lucky to have this great opportunity to start a new career and obtain an internationally recognized certificate. I enjoy the practical part of our assignments the most and when I finish the program, I have a few employment possibilities already lined up

Asma Al Ahmad huyó de la guerra que devastaba su país, la República Árabe Siria, y se fue a vivir en un campamento para refugiados situado en Saadnayel (Líbano). Durante dos años estuvo sin escolarizar. El año pasado, esta joven de 16 años pudo por fin ingresar en una escuela creada por la UNESCO. Al igual de lo que ocurre con los centenares de miles de jóvenes del mundo que están sin escolarizar por culpa de los conflictos armados, poner otra vez los pies en un aula supuso para ella satisfacer una necesidad vital que le va a permitir dar un nuevo sentido a su vida e imaginar un futuro mejor.

Matricularme en esta escuela –dice Asma– me ha devuelto la esperanza de tener un porvenir, de realizarme en la vida y de hacer un día realidad mi sueño de ser ingeniera.

Asma Al Ahmad

Gracias a una financiación del Centro de Ayuda Humanitaria y Rescate del Rey Salmán (KSrelief ) de Arabia Saudita, la Oficina de la UNESCO en Beirut y la ONG libanesa Kayany Foundation han creado en Saadnayel y Meksseh, dos localidades de la región de la Bekaa (Líbano), las “Escuelas de la UNESCO para apoyar la educación de los refugiados sirios en el Líbano”. Estos centros escolares se han concebido especialmente para ayudar a jóvenes y niños a reincorporarse al sistema educativo e ingresar en el grado que les corresponda.

Cuando me matriculé en la escuela después de dos años sin poder estudiar, me percaté de que mi nivel de instrucción era muy deficiente. Sin embargo, estaba resuelta a salir adelante a toda costa. Así que, en pocos meses, logré pasar del primer grado al quinto. Me encanta esta escuela porque, aparte de los cursos normales, descubrimos y realizamos otras actividade.

Asma Al Ahmad