La fotografía muestra a vecinos de Valparaíso participando en un simulacro con fuego. De fondo se ve la arquitectura característica de Valparaíso.

Historia

En Valparaíso (Chile), la comunidad movilizada defiende al patrimonio del fuego

En la ciudad portuaria enclavada entre los cerros y el océano Pacífico, el patrimonio no solo se mira en fachadas coloridas o calles adoquinadas, se respira en cada rincón. Por eso, cuando el fuego amenaza con reducirlo a cenizas, Valparaíso responde organizándose. En mayo de 2025, la ciudad marcó un hito en la gestión del riesgo urbano al implementar su primer Plan de gestión de riesgo de incendio, concebido por y para la comunidad, con el objetivo de proteger su Sitio de Patrimonio Mundial.

Los incendios han dejado una cicatriz persistente en Valparaíso. En los últimos 15 años, el fuego ha sido una amenaza recurrente para viviendas y, especialmente, para el Barrio Histórico, zona reconocida por la UNESCO desde 2003 como Sitio del Patrimonio Mundial por su arquitectura singular, su traza urbana adaptada a la geografía montañosa y su relevancia en el comercio marítimo del siglo XIX.

La fragilidad del sector es evidente. Cada emergencia pone en jaque no solo estructuras físicas, sino también la memoria colectiva y los vínculos simbólicos que hacen de Valparaíso un lugar irreemplazable. A esta fragilidad atiende la nueva Guía de la UNESCO para la Gestión de Riesgo de Incendios: “Plan de gestión de riesgo de incendio en el Sitio Patrimonio Mundial de Valparaíso y su zona de amortiguamiento”. 

A diferencia de modelos tradicionales, el nuevo plan de gestión de riesgo propuesto en esta guía, además de estar basado en los estándares internacionales de la UNESCO, también es el resultado de un proceso participativo impulsado por el Fondo de Emergencia para el Patrimonio (HEF) de la UNESCO, la Corporación Municipal Sitio Patrimonio Mundial de Valparaíso y la Universidad Técnica Federico Santa María. 

El plan fue elaborado desde el terreno, mediante talleres, mesas de trabajo y encuentros vecinales que recogieron la experiencia directa de quienes conviven con los riesgos a diario. “Es muy importante que se aborden estos temas sumando la perspectiva de la comunidad y que esto se lleve a la práctica y se comparta con la ciudadanía en general”, afirmó Javiera López, locataria del Mercado Puerto e integrante de la Asociación Gremial del Barrio Puerto.

Desde los cerros, también se alzaron voces a favor del nuevo enfoque. “Me parece fundamental que participemos vecinos y también representantes del comercio, que a veces no son tan asiduos a hacerse parte de este tipo de actividades. Pero ya se está entendiendo que cuando hay un incendio en un sector patrimonial, eso nos afecta a todos. Porque puede ser algo irrecuperable. Es cierto que se puede reconstruir, pero se pierde una parte de nuestra historia”, reflexionó Wladimir Ibaceta, presidente de la junta de vecinos de Cerro Alegre Bajo Valparaíso. “Así que tengo una gran expectativa y esperanza con este plan y que lo podamos difundir en todos nuestros sectores”, enfatizó. 

Enzo Galiardo, presidente de la junta de vecinos de Cerro Concepción, también valoró la posibilidad de involucrarse directamente en el diseño de la estrategia: “Me parece excelente que esta iniciativa que está a favor de los vecinos se logre concretar, en beneficio y en protección de los sectores patrimoniales”. Agregó, además, que es vital que “quienes vivimos en el sector patrimonial de Valparaíso y conocemos a fondo sus problemáticas podamos contribuir para que se tomen decisiones acertadas”.

Desde la mirada técnica, Paz Undurraga, directora del Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano Contemporáneo (DUC), subrayó el valor de estos encuentros comunitarios: “El que se hagan este tipo de talleres es una deuda que teníamos con Valparaíso desde el año 2013, ya que se han producido muchos incendios. Se trata de un sector que está sometido a riesgos de desastres importantes. Hay que aunar esfuerzos para detener el deterioro del sector”. 

Capacitaciones y herramientas para la acción comunitaria

La estrategia del Plan de gestión de riesgo de incendio no se limitó al diagnóstico participativo.. A través de la Empresa 1851 del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, se realizaron capacitaciones dirigidas a organizaciones comunitarias sobre uso de extintores, primeros auxilios y respuestas ante emergencias. Además, se entregaron kits de emergencia para reforzar la preparación local.

“La comunidad debe tener la enseñanza y los conocimientos para enfrentar este tipo de eventos, que lamentablemente cuando suceden, tienen consecuencias desastrosas”, señaló Wladimir Ibaceta, en referencia a la importancia de la formación práctica.

Una historia para cuidar el patrimonio: cuentacuentos en la Escuela Santa Ana

El plan también contempló el trabajo con niños y niñas. En la Escuela Santa Ana, ubicada en el Barrio Puerto, más de 200 estudiantes participaron en una jornada de cuentacuentos con la obra “El fuego en el corazón de la tierra”, presentada por la Compañía Alumbra Creando. A través de esta experiencia artística, se promovió la cultura preventiva desde la infancia.

“Es importante este tipo de actividades que permiten enseñar cómo interactuar con el fuego en esta ciudad que tantos problemas ha tenido con los incendios. Es relevante hacer conciencia desde edades tempranas”, comentó Juan Ávalos, profesor de música de la escuela.

La profesora Claudia Martínez, jefa del cuarto año básico, también destacó la recepción de la actividad: “Todos los niños estuvieron muy pendientes de cada parte del cuentacuentos, y lo más importante es que nos enseñó a cuidar nuestro patrimonio, que es donde estudiamos, vivimos y trabajamos. Es importante aprender a cuidar lo que tenemos, para que no se destruya”. 

El proceso culminó con una campaña ciudadana de sensibilización, compuesta por cartillas y videos informativos que promueven la prevención de incendios en todo el territorio.

En Valparaíso, donde la herencia arquitectónica y cultural convive con una geografía desafiante y una amenaza constante de fuego, la comunidad ha decidido tomar un rol activo. Como resumió uno de los participantes: “Este plan no es de expertos para la ciudad. Es de la ciudad para sí misma”. 

Se espera que la comunidad del Barrio Histórico de Valparaíso continúe los esfuerzos colectivos para mitigar el riesgo de incendios en la zona, siguiendo las recomendaciones de la UNESCO, gracias a la capacitación que obtuvo por los recursos otorgados por el Fondo de Emergencia para el Patrimonio (HEF).