A través de esta experiencia, los estudiantes pueden explorar diferentes temas en el corazón de la selva, mezclando la educación formal con los conocimientos indígenas tradicionales.
Nos enseñan a cuidar los árboles – gracias a ellos tenemos sombra y aire. Aprendemos el valor del bosque y a vivir en armonía con él, como lo hacían nuestros antepasados.
Hasta la fecha, este programa ha acogido a más de mil alumnos y 53 docentes de 15 comunidades. Los bosques educativos ofrecen actividades prácticas como la identificación de especies forestales, paseos por la naturaleza y concursos de fotografía de setas. Mediante estas actividades al aire libre se enseñan asignaturas como contabilidad y química. Los alumnos crean relatos para explicar las relaciones entre los diferentes organismos vivos. Los docentes promueven el uso pedagógico de recursos naturales como ramas, hojas, sombras, suelo y arroyos, junto con tecnologías modernas como prismáticos, teléfonos móviles y programas informáticos de identificación de especies.
Para los niños, los bosques educativos son cruciales. Lo que aprenden en el bosque lo aplican luego en sus casas, y llevan lo que aprenden en sus casas a la escuela...
El bosque como aula
Las actividades en el bosque se llevan a cabo entre mayo y octubre, ajustándose a las condiciones meteorológicas locales y al calendario escolar. Durante este periodo cada clase participa en estas actividades al menos cinco veces, y también en tres sesiones dedicadas a intercambios con otros alumnos.
Los alumnos de primaria comienzan identificando árboles, aprendiendo los usos prácticos de la madera y las plantas medicinales, y aprendiendo matemáticas mientras cuentan los árboles a lo largo de los senderos. De este modo expresan sus nuevos conocimientos dibujando y pintando.

Aprendo igual que en la escuela; por ejemplo, en la clase de matemáticas contamos los árboles. También aprendemos sobre el lenguaje, observando cómo los animales y las aves tienen sus propias formas de comunicació.
Los alumnos de secundaria profundizan en temas relativos a la biodiversidad, la ecología y el medioambiente a través de asignaturas como contabilidad, química, poesía y música. Por otra parte, participan en intercambios culturales con compañeros de otras regiones y debaten sobre cuestiones relativas al medioambiente y el patrimonio cultural.
Compromiso y apoyo comunitarios
La participación de las familias es crucial para integrar estas experiencias en la vida cotidiana de los alumnos. Al principio, los padres ayudaron a crear bosques comunitarios, parcelas designadas que son propiedad de la comunidad o cedidas de manera permanente por una familia. El mantenimiento de estos bosques que se lleva a cabo dos veces al año corre a cargo de los padres y los alumnos de secundaria.
Quiero que los niños conozcan todas las plantas, igual que nosotros, y de la misma manera que nuestros antepasados y abuelos nos enseñaron. Mi parcela se ha convertido en un bosque educativo con múltiples especies: cacao, castaño y otras plantas. Con los niños hemos identificado cada especie, y me sentí orgulloso porque también vinieron mi nieta y sus compañeros de clase. Estaba muy emocionado y a los niños el bosque les pareció maravilloso. Para ellos fue una revelación.
Para apoyar al programa, el IPDRS público bajo el título de Monte Maestro destinados a loseducadores sobre la lengua, el conocimiento del mundo natural, los estudios sociales y las matemáticas. También se prevé la publicación de una guía sobre creatividad musical. Estas guías tienen una repercusión más allá de las aulas, propiciando el aprendizaje durante las fiestas locales y en el seno de las familias.
Los bosques educativos son espacios inclusivos donde toda la comunidad educativa -docentes, alumnos, familias- trabajan conjuntamente para hacer frente a nuestra realidad de aumento de temperaturas, sequías e incendios. Es una realidad que podemos cambiar, y estamos comprometidos con estas iniciativas porque sabemos que pueden propiciar cambios positivos en las comunidades.
Este programa constituye un ejemplo inspirador de técnicas innovadoras de enseñanza y aprendizaje más allá de las aulas tradicionales. En contacto con la naturaleza, los estudiantes adquieren conocimientos científicos a la vez que descubren y revitalizan los conocimientos y las prácticas indígenas locales.
