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La investigación del equipo de bienestar mental de YAR Haití intenta explorar los impactos de la COVID-19 en el bienestar psicosocial de los jóvenes de ese país. Su trabajo se ha centrado en el grado de contribución de las redes sociales en la mitigación de las consecuencias psicosociales de la pandemia en su generación. También intentan destacar las dificultades económicas de la sociedad haitiana, ya debilitada por los recurrentes disturbios sociopolíticos con un sistema sanitario y político débil. Se trata, pues, de recoger datos (tanto mediante encuestas como entrevistas) para evaluar la frecuencia de uso de las redes sociales, los comportamientos, los motivos y las consecuencias para el contexto social de la vida de los participantes.

"Tras las diversas medidas restrictivas adoptadas por las autoridades competentes, los jóvenes se sienten aislados, incapaces de realizar sus actividades, de relacionarse socialmente con sus seres queridos", afirma el jefe del equipo, Peterson Antenor. Por ello, su investigación espera desencadenar un debate relevante sobre la necesidad de tener en cuenta el bienestar psicosocial de los jóvenes en la aplicación de políticas públicas adaptadas y útiles en Haití, especialmente en tiempos de crisis, con el fin de reforzar la capacidad de respuesta durante la pandemia.

Dado que la pandemia interrumpió vidas en todo el mundo, y los jóvenes han sido uno de los grupos más afectados, particularmente en el aspecto educativo, el equipo regional de América Latina y el Caribe conformado por miembros de diversos países de la región busca explorar, analizar y examinar las percepciones y experiencias de aprendizaje a distancia de sus pares  que asisten a universidades públicas y privadas en América Latina. "¿Los jóvenes perciben las clases virtuales tan efectivas en términos de aprendizaje como las clases presenciales?", se pregunta Gerónimo Fullana, jefe del equipo regional de ALC Responder a esta pregunta es crucial para promover "las estrategias que mejor se adapten a los jóvenes para ayudarles a recibir la experiencia académica más efectiva y contextualizada, y responder a las diferentes necesidades y perspectivas educativas", indica.

Teniendo en cuenta el cambio que la COVID-19 ha supuesto en sus formas de vida, especialmente en el ámbito de la educación, un segundo equipo de investigadores jóvenes de Haití se ha centrado en pesquisar el impacto de la COVID-19 en los estudios de los jóvenes universitarios de este país caribeño. "Durante el cierre de 2020, en Haití los jóvenes no tuvieron las mismas posibilidades de acceso a la educación... la mayoría se quedó esperando que todo volviera a la normalidad con el sistema tradicional" (cursos presenciales), explicó el jefe del equipo, Ludmil Emmanuel.

Su investigación se centra en el impacto de las medidas adoptadas por las universidades para hacer frente a la COVID-19 en los estudios de los jóvenes de Haití. Su hipótesis de investigación se basa en dos premisas: que la pandemia de COVID-19 está obligando a la gran mayoría de los jóvenes universitarios de Haití a continuar sus estudios; y que La pandemia de COVID-19 ha desechado o modificado los planes de futuro de los jóvenes universitarios de Haití. Actualmente están trabajando para distribuir su encuesta a través de diferentes canales de medios sociales, así como para organizar entrevistas con jóvenes estudiantes.

La investigación del equipo de YAR Brasil tiene como objetivo identificar, mediante un cuestionario en línea, las diferentes percepciones y acciones de la juventud brasileña en relación con las dificultades y posibilidades de abordar los problemas derivados de la pandemia de la COVID-19. Por ejemplo, su investigación pretende informar sobre las estrategias desarrolladas por los jóvenes, quienes han participado en diferentes movimientos sociales, culturales y étnicos, con el fin de ayudarles a adaptarse a los desafíos de estos tiempos sin precedentes.

Los datos para este informe se recopilarán a partir de entrevistas virtuales a distancia, las que  proporcionarán relatos de diferentes jóvenes sobre las alternativas creadas por la juventud brasileña para promover su bienestar y garantizar sus derechos humanos, especialmente de las minorías marginadas que han experimentado enormemente el aumento de las desigualdades sociales durante la pandemia.

Este equipo ha tenido que superar muchos más retos que la mayoría, especialmente tras la trágica muerte de una de sus coordinadoras, Luciana Amorim: "Desde el principio, fue nuestro interés, una creación colaborativa, desarrollar una investigación con el interés de nuestro grupo súper diverso, es decir, en las áreas de salud, educación y cultura. No ha sido fácil, porque nuestra vida es terriblemente ajetreada y dura debido a esta difícil situación de pandemia, en la que hemos perdido a uno de nuestros coordinadores", explicó el grupo. Su perseverancia es un honor para el legado de Luciana.

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