Con 256 reservas de biosfera insulares y costeras en 82 países y , la UNESCO protege ecosistemas excepcionales en todo el planeta. Los sitios marinos del Patrimonio Mundial representan por sí solos al menos , incluidos los bosques de algas marinas, los manglares y las marismas saladas, que desempeñan un papel clave en la captación de carbono.
Sin embargo, estas zonas sufren una creciente contaminación generada por actividades humanas insostenibles.
Ante esta amenaza creciente, la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, ha anunciado una nueva colaboración con la ONG Plastic Odyssey.
Mediante esta nueva asociación, Plastic Odyssey y la UNESCO tomarán medidas para reducir la contaminación por plásticos en los sitios marinos del Patrimonio Mundial. Durante las expediciones, también apoyaremos la creación de canales de reciclaje que beneficiarán a las comunidades locales e indígenas.

Desde 2022, el barco científico de Plastic Odyssey recorre el mundo para apoyar soluciones locales de reciclaje de residuos en las zonas costeras más afectadas. En 2024, la ONG llevó a cabo una operación de limpieza sin precedentes en la , sitio marino del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1988, recolectando y clasificando 9,3 toneladas de desechos.
Esta alianza permitirá ampliar estos esfuerzos a otros sitios de la UNESCO, algunos de los cuales forman parte de los ecosistemas más inaccesibles y frágiles del planeta. Cada misión tendrá como objetivo eliminar residuos, recopilar datos científicos, desarrollar programas educativos y crear cadenas sostenibles y rentables para el tratamiento de desechos.
Hacia una evaluación global de la contaminación oceánica
En Niza, la UNESCO, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y con el apoyo de la Fundación Nippon, presentó un nuevo programa destinado a ofrecer una respuesta coordinada y científica a la contaminación marina.
Esta iniciativa dará lugar, en 2027, a la publicación de la primera evaluación mundial de la contaminación del océano, lo que permitirá hacer accesibles datos cruciales y mapas completos sobre estas contaminaciones.
Al vincular la ciencia, la política y la acción local, este programa busca subsanar la falta de datos, mejorar el monitoreo de la contaminación y apoyar la gobernanza sostenible de los océanos en todo el mundo.
Movilizarse para proteger la criosfera
La protección del océano también pasa por la preservación de los glaciares, cuyo papel es esencial en la regulación del sistema oceánico. Desde el año 2000, los glaciares del planeta han perdido un 5 % de su volumen. En 2022, un estudio de la UNESCO alertó sobre la posible desaparición de un tercio de los glaciares de los sitios del Patrimonio Mundial de aquí a 2050. Al ritmo actual, una cantidad de hielo equivalente a tres piscinas olímpicas se derrite cada segundo, provocando un aumento del nivel del mar 2,5 veces más rápido que a comienzos del siglo XX.
Por esta razón, la UNESCO lanzó oficialmente el 8 de junio en Niza la Década de Acción para las Ciencias de la Criosfera, una iniciativa liderada por Francia y Tayikistán.
Coordinada por la UNESCO, esta Década permitirá reforzar la investigación sobre las regiones heladas del planeta, en particular mediante la creación de una plataforma científica para elaborar un Atlas Mundial de la Criosfera y facilitar un sistema global de seguimiento; fomentar la cooperación internacional, especialmente en formación y financiación; y promover soluciones concretas frente al deshielo, incluyendo la integración de los datos científicos criosféricos en las políticas climáticas y el apoyo a estrategias de adaptación elaboradas con las comunidades locales y autóctonas.