En la parte norte de la , o Reserva de la Biosfera de Dja, en lo profundo de la selva camerunesa, la primera luz del amanecer acaricia suavemente los techos de paja de un taller local de artesanía. En su interior, el tejido rítmico de ratán, bambú y corteza de árbol llena el aire, un testimonio silencioso pero poderoso de tradición y renovación. Aquí, los jóvenes artesanos están moldeando algo más que objetos; están creando un futuro lleno de posibilidades.
Una batalla silenciosa contra la vulnerabilidad
Durante años, la caza furtiva y la deforestación han pesado fuertemente sobre el equilibrio de este sitio natural del Patrimonio Mundial de la UNESCO y reserva de biosfera. Con pocas oportunidades de empleo, muchos jóvenes, especialmente de las comunidades Baka y Bantu, han quedado atrapados en actividades ilegales para poder sobrevivir. El desempleo, agravado por el aislamiento geográfico, ha creado un ciclo difícil de romper.
Pero en el corazón de esta selva, algo diferente está tomando forma. Una iniciativa dedicada a revivir la artesanía tradicional está dotando a los jóvenes con habilidades para crear medios de vida sostenibles y mejorar su autonomía. Bajo el proyecto Red para la Tierra, apoyado por el Gobierno de Italia, este esfuerzo refuerza el compromiso de la UNESCO con el desarrollo sostenible y la preservación cultural.
Entre el 15 y el 21 de diciembre de 2024, treinta jóvenes indígenas Baka y Bantu, incluyendo nueve mujeres, de seis comunidades participaron en una capacitación dirigida por artesanos locales. Bajo sus dedos, las fibras vegetales se transformaron en canastas finamente tejidas, vasos de bambú y esculturas decorativas. Algunos se especializaron en la elaboración del "Ayita," una guitarra tradicional que resuena con los sonidos de la cultura Badjoué.
Restaurando el patrimonio cultural: un futuro construido sobre la participación comunitaria
La iniciativa fue más allá de la capacitación, enfocándose en preservar y realzar el patrimonio cultural. En la aldea de Somalomo, el salón de artesanía fue revitalizado con un nuevo techo hecho de hojas de palma tejidas, un símbolo del patrimonio Bantu. Mientras tanto, el Museo del Pueblo Baka en Bifolone fue renovado, aumentando el atractivo turístico de la región y promoviendo la preservación del patrimonio cultural.
La sostenibilidad de esta iniciativa depende del compromiso activo de los actores locales. Bajo la guía de los servicios de conservación, se han establecido normas de gestión colectiva para regular la venta de artesanías y asegurar una distribución justa de los ingresos. Al educar a los jóvenes artesanos sobre el valor económico de sus habilidades, el proyecto abre oportunidades reales al mismo tiempo que protege los recursos naturales de la reserva de la biosfera.
Un modelo de desarrollo sostenible
Al fortalecer la artesanía tradicional y revitalizar los espacios culturales, esta iniciativa está sentando las bases para un crecimiento económico sostenible en la Reserva de la Biosfera de Dja. A través de capacitaciones prácticas, los jóvenes artesanos han adquirido experiencia en la creación de muebles, canastas tejidas, paneles decorativos hechos con telas de origen vegetal, vasos de bambú y el Ayita, una guitarra tradicional Badjoué. Estas habilidades no solo preservan el conocimiento ancestral, sino que también abren nuevas oportunidades económicas, reduciendo la dependencia de la explotación insostenible de recursos.
La restauración de espacios culturales clave refuerza aún más esta visión. El salón de artesanía rehabilitado en Somalomo y el mejorado Museo del Pueblo Baka en Bifolone aumentan tanto la participación comunitaria como el turismo cultural. Estos esfuerzos promueven la artesanía local y el turismo cultural, al tiempo que garantizan la perdurabilidad del patrimonio artesanal de la región.
Alineada con el Programa Hombre y la Biosfera de la UNESCO y la Política de Patrimonio Mundial y Desarrollo Sostenible, esta iniciativa demuestra cómo la conservación y el desarrollo humano pueden coexistir. Al invertir en habilidades, identidad cultural y medios de vida sostenibles, la Reserva Faunística de Dja se está consolidando como un modelo de resiliencia y oportunidades, donde la naturaleza y la cultura trabajan de la mano para asegurar el futuro.
Un futuro en sus manos
La iniciativa de empoderamiento juvenil en la Reserva de la Biosfera de Dja va más allá del desarrollo de habilidades; ofrece una alternativa sostenible al desempleo y fomenta la resiliencia económica a largo plazo. Basándose en la formación en artesanía, los jóvenes artesanos ahora cuentan con las herramientas para transformar su creatividad en medios de vida viables, reduciendo al mismo tiempo la dependencia de la explotación de los recursos naturales.
Para garantizar la sostenibilidad de estos esfuerzos, los servicios de conservación y los líderes de las comunidades de Somalomo y Bifolone trabajan juntos para crear modelos justos de distribución de ingresos. Estas normas impulsadas por la comunidad regularán la exhibición y venta de productos artesanales, asegurando una distribución transparente de los ingresos para todos los involucrados.
La iniciativa también enfatiza la preparación de los actores locales para gestionar los recursos de la reserva de la biosfera y buscar oportunidades de financiamiento. Al aumentar la conciencia sobre el atractivo turístico de la región, se incentiva a los artesanos a crear productos de alta calidad que los visitantes deseen adquirir como recuerdos. Con acceso a los abundantes materiales vegetales de la reserva, estos artesanos están construyendo un futuro donde la tradición y la oportunidad económica prosperan juntas.