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MONDIACULT 2025: Comienzan las consultas regionales con Europa Occidental y Norteamérica
La consulta estuvo presidida por el Gobierno español. Andorra ocupó la vicepresidencia y Austria actuó como ponente. La reunión de la UNESCO congregó a representantes de 26 Estados miembros y 22 organizaciones, incluidas organizaciones intergubernamentales, ONG regionales, Cátedras UNESCO y redes mundiales especializadas.
La consulta comenzó con una sesión titulada «Derechos culturales, tecnologías digitales en el sector cultural, cultura y educación», durante la cual los participantes reiteraron su compromiso con la protección de los derechos culturales individuales y colectivos. Se recalcó la importancia de las políticas que promueven la visibilidad de los contenidos locales y diversos, así como la necesidad de abordar esta cuestión en el marco más amplio de los derechos culturales. Varios Estados miembros reiteraron sus esfuerzos por aplicar eficazmente el Marco de la UNESCO 2024 para la ܳó Cultural y Artística, en particular mediante la cooperación interdisciplinaria, intersectorial e interministerial. La sesión concluyó con un llamamiento unánime a hacer de MONDIACULT 2025 un trampolín para las futuras políticas culturales, mediante el establecimiento de una agenda global e integral para la cultura.
En el corazón de MONDIACULT 2025 está la firme convicción de que los derechos culturales deben concederse a todos, dondequiera que estén y sean quienes sean. A medida que se acelera el proceso preparatorio de la mayor conferencia sobre políticas culturales, la UNESCO sigue recordando el papel central de la cultura en la construcción de un futuro inclusivo, justo y sostenible.
El papel de la cultura en el crecimiento económico inclusivo y la acción por el clima ocuparon un lugar central en la primera jornada, en la que se expresó un fuerte apoyo a instrumentos jurídicos vinculantes y marcos políticos que sitúen a la cultura como motor del desarrollo sostenible. Ante el crecimiento acelerado de las industrias creativas, los participantes abogaron por una economía creativa basada en la ética, la integridad y una remuneración justa. También se destacó el vínculo entre patrimonio y democracia.
El creciente impacto de la inteligencia artificial (IA) en todo el sector cultural quedó patente en muchas de las contribuciones de los Estados miembros y de la sociedad civil. Los países destacaron los progresos realizados desde la adopción de la y las . Muchos pidieron también el establecimiento de marcos internacionales y regionales para el uso responsable de la IA. Durante la tercera sesión, titulada «Nuevas áreas de interés para la cultura», se reconoció que las tecnologías digitales son un importante factor de transformación para los profesionales y las instituciones culturales.
Debemos apostar decididamente por la defensa de políticas culturales que estén presentes de forma activa y sean protagonistas en la agenda internacional. Una apuesta firme por el futuro, con la convicción de que ese futuro se basa en el valor de la cultura como motor del desarrollo sostenible y de un mundo más justo.
Al finalizar un año marcado por la incertidumbre, los participantes reflexionaron sobre el papel de la cultura para la paz. Haciéndose eco del mandato de la UNESCO de «construir la paz en la mente de los hombres y las mujeres», se recalcó la necesidad de renovar la confianza y el compromiso con la cooperación multilateral. Se acordó que comprometer a la cultura en favor de la coexistencia armoniosa, la prevención de conflictos y la reconciliación post-conflicto es más importante que nunca.
Por último, la consulta para Europa Occidental y Norteamérica acogió con satisfacción la histórica integración de la cultura en los marcos de desarrollo sostenible, que sirve de trampolín para establecer un objetivo de pleno derecho para la cultura en la Agenda post-2030. La inclusión de la cultura en de 2024 se reconoció como un paso importante en esta dirección, al igual que la atención sin precedentes prestada a la cultura en el G77+China, el G20, el G7 y la COP. Los participantes demostraron su compromiso inquebrantable con esta defensa global y la movilización activa en apoyo del objetivo completo para la cultura, citando campañas e iniciativas nacionales en curso. La consulta concluyó con un llamamiento a la colaboración proactiva con la UNESCO y a un proceso inclusivo hacia esta ambición compartida, basándose en el aprendizaje de la Agenda 2030.
