“El trabajo en el campo sin tecnología es pesado. Requiere jornadas de trabajo de más de 12 horas que comienzan desde las 3 de la mañana y bajo esas condiciones se encuentran más de 4 millones de productores y productoras en México”, comparte Ángeles Marcial Mejía, una joven de una familia de pequeños productores en la comunidad rural de Cristina Zaragoza de la Luz, en la Mixteca Poblana, México, al hablar de su iniciativa Earth-IoT: Conectando el Campo, uno de los tres proyectos mexicanos de transformación social seleccionados y apoyados con capital semilla por el programa piloto de la UNESCO y Nestlé: Impulso Joven – Porque la juventud importa.
A lo largo de su vida, Ángeles ha experimentado las carencias y dificultades por la falta de tecnología en el campo, como la exacerbación de la desigualdad y el rezago en su producción, que afecta a la calidad de vida de las comunidades agrícolas, pero también al abastecimiento y la seguridad alimentaria para la población.

Como respuesta, Ángeles construyó la primera plataforma de agrotecnología en el país que acompaña a pequeños y medianos productores en su comunidad durante todo el proceso productivo mediante la agrotecnología, una perspectiva que busca mejorar la eficiencia, rentabilidad y sustentabilidad de la industria agrícola, así como la seguridad alimentaria, a través de herramientas como el Internet de las Cosas (IoT), que permite recopilar y analizar datos a través de sensores remotos, robots, drones o imágenes por computadora, como aquellos sobre cambios de humedad en el suelo, nivel de nutrientes o predecir resultados para siguientes cosechas.
De acuerdo con Ángeles, prácticamente el 85% de los productores agrícolas que cuentan con pequeñas y medianas empresas, no cuentan con facilidades de acceso a herramientas para lograr una actividad productiva, sustentable y, sobre todo, rentable.
Garantizar una alimentación suficiente, segura y nutritiva que además respete los derechos humanos es parte de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, y para ello es indispensable incorporar nuevos enfoques agrícolas. La agroecología y la agrotecnología son algunos de ellos, ya que pueden reducir los costos de producción, lo que puede traducirse en mayores ingresos, estabilidad económica y resiliencia para los productores de alimentos, quienes suelen ser altamente vulnerables a las alteraciones por la crisis climática. Además, al incluir un enfoque agroecológico se pueden crear nuevas oportunidades de empleo para jóvenes y mujeres, algo que Ángeles está logrando mediante su proyecto Earth-IoT: Conectando al Campo.

Recopilamos información en cada paso de manera sencilla y confiable a través de sensores y un cuaderno de campo digital permitiendo al productor tener un registro digital y detallado del cultivo
La herramienta creada por Ángeles ha permitido mejorar la proyección del ingreso de agricultores con los que trabajó hasta en un 50%, el ahorro en el uso de fertilizantes hasta un 40%, y un 30% en el uso de agua y energía, lo cual significa también una disminución de la huella de carbono durante todo el ciclo.
Para Ángeles, las juventudes tienen una visión especial que puede transformar al mundo mediante acciones como Impulso Joven que potencializa mentes emprendedoras a través del apoyo constante, mentorías e intercambio de conocimientos.
El proyecto de la mexicana fue uno de los 20 seleccionados de entre más de 900 postulaciones de jóvenes de entre 18 y 29 años y de organizaciones juveniles al programa piloto de la UNESCO y Nestlé para la región de América Latina y el Caribe.

El programa concedió un capital semilla de 10,000 dólares y asesorías especializadas para fortalecer proyectos innovadores de impacto social positivo en comunidades. Además, reunió a las y los jóvenes seleccionados de 11 países en el Observatorio UNESCO Villa Ocampo, en Buenos Aires, Argentina, en junio de 2024, para sostener jornadas intensivas de formación, talleres prácticos, mentorías y diversas actividades para seguir robusteciendo sus iniciativas.
“El poder aprender de los mentores de la UNESCO y Nestlé e intercambiar experiencias y puntos de vista, para mí como emprendedora, es un camino de constante aprendizaje y retos por abordar, por lo cual este tipo de programas que no solamente brindan apoyo económico sino también un seguimiento con mentorías, me permiten apoyarme en este camino y aprender de ellos para mejorar y replicar esos conocimientos valiosos en mi comunidad".
Impulso Joven es coordinado desde la UNESCO por su Sector de Ciencias Sociales y Humanas. Forma parte de la “Iniciativa por los y las Jóvenes”, un proyecto global de Nestlé, y del Plan Mundial de Becas para las Juventudes de la UNESCO.

En México, el Sector fortalece los conocimientos, habilidades, capacidades y actitudes de actores públicos y privados, de la sociedad civil y la academia para robustecer políticas públicas de inclusión, impulsar el enfoque ético de las ciencias y las tecnologías, y facilitar espacios de diálogo para movilizar la construcción de sociedades pacíficas, inclusivas y resilientes desde una visión intercultural, de género y de transformación social.