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Una Tzantza restituida al Ecuador
La restitución de este vestigio humano se realizó en manos de la Delegación Permanente del Ecuador ante la UNESCO, en presencia del Subdirector General de Cultura de la UNESCO, de la Delegada Permanente de Suiza ante la UNESCO y del Profesor Marc-André Renold, iniciador de la Plataforma para la Diplomacia del Patrimonio Cultural de la Universidad de Ginebra.
La Tzantza estaba en posesión de una familia suiza que, tras conocer su origen y su importancia cultural, inició su restitución voluntaria con el apoyo de la Plataforma para la Diplomacia del Patrimonio Cultural de la Universidad de Ginebra. Gracias al respaldo de la UNESCO, una examinación científica del Centro Universitario Suizo de Medicina Legal (Lausana-Ginebra) confirmó el origen humano de la Tzantza, auténtico artefacto de los pueblos Shuar o Achuar de la Amazonía ecuatoriana.
Este retorno es un ejemplo inspirador de restitución voluntaria y de cooperación multilateral conforme a los principios de la Convención de la UNESCO de 1970», declaró el «La UNESCO se enorgullece de haber facilitado el diálogo entre las partes y de haber apoyado la investigación científica que lo hizo posible.
La restitución se formalizó mediante la firma de un convenio entre la delegación del Ecuador y la familia suiza, representada por el Profesor Marc-André Renold, quien también es cotitular de la Cátedra UNESCO de Derecho Internacional para la Protección de los Bienes Culturales de la Universidad de Ginebra.
Gracias a este fructífero ejemplo de diálogo y cooperación, se abre una nueva página para esta pieza única de la historia y de la identidad cultural del Ecuador.
Esta restitución es el resultado de una colaboración estrecha y fructífera entre la UNESCO, Suiza, la Universidad de Ginebra y el Ecuador, que permite la reconstrucción y una comprensión más profunda de la rica cultura, los valores y la cosmovisión de los pueblos indígenas del Ecuador.
El verdadero valor de un objeto cultural solo puede apreciarse en relación con su contexto de origen y su marco tradicional. Hoy honramos un gesto de buena voluntad de una familia suiza y el reconocimiento de la importancia de preservar el patrimonio cultural, no solo para el Ecuador, sino también para la humanidad.
Me alegra que la Plataforma para la Diplomacia del Patrimonio Cultural de la Universidad de Ginebra haya podido iniciar y llevar a cabo esta restitución. Agradezco a la familia suiza que devuelve la Tzantza al Ecuador, así como a los investigadores de mi país que permitieron validar su autenticidad y su procedencia.
El Ecuador y Suiza son Estados parte de la Convención de la UNESCO de 1970 sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedad ilícitas de bienes culturales, que desde hace 55 años promueve la cooperación, medidas concretas y la sensibilización entre los Estados Parte, la UNESCO y sus socios.
Esta restitución subraya la importancia de la Convención de 1970, así como del retorno del patrimonio cultural a su Estado o comunidad de origen.
