Amenazas para el patrimonio cultural subacuático

Última actualización:20 de Noviembre de 2024

Con el aumento del interés por el patrimonio cultural subacuático en las últimas décadas, es necesario sensibilizar a todo el mundo sobre el valor del patrimonio cultural subacuático e implicar a los responsables de la toma de decisiones en la adopción de medidas para proteger estos tesoros culturales.

Cambios climáticos

Los cambios medioambientales, como el cambio climático, la erosión más fuerte y el cambio de las corrientes, pueden suponer una amenaza para los yacimientos de patrimonio cultural subacuático. Por otro lado, el patrimonio cultural subacuático puede, sin embargo, decirnos mucho sobre el cambio climático histórico que una vez afectó a la vida de nuestros antepasados.

Es un hecho científico: el nivel del mar ha ido subiendo debido al cambio climático. La relación entre el aumento del nivel del mar y el desplazamiento vertical de la corteza terrestre provoca cambios en el nivel del mar en el margen continental. Así pues, tener en cuenta estos cambios es esencial a la hora de planificar y ejecutar prospecciones arqueológicas en la plataforma continental. El cambio climático también puede provocar la destrucción de muchos yacimientos, debido a la modificación de las pautas de conservación, el cambio de las corrientes y la introducción de nuevas especies animales en las aguas. 

La degradación biológica de los restos de madera se produce de forma natural. Sin embargo, el cambio climático está contribuyendo a la propagación bacteriana. La investigación del patrimonio cultural subacuático debe respetar el medio ambiente. Esto se rige por las Normas anexas a la Convención de 2001. Los estudios medioambientales también pueden contribuir a la preservación del patrimonio cultural subacuático.

Saqueos

Los equipos modernos y herramientas tecnológicas facilitan la arqueología subacuática, pero también permiten la búsqueda de tesoros.  En la actualidad también se producen saqueos extensivos bajo el agua.

El saqueo es el robo de objetos históricos de un yacimiento patrimonial en violación de la ley y sin autorización. Pueden estar implicadas diversas comunidades, desde la caza ocasional y oportunista de recuerdos por parte de buceadores deportivos hasta empresas especializadas en la búsqueda de tesoros. El saqueo también suele profanar las tumbas. La Convención de 2001 prevé medidas contundentes para impedir el saqueo del patrimonio cultural subacuático. Éstas van desde medidas directas de protección de los yacimientos hasta la prohibición del tráfico de objetos saqueados, el cierre de puertos, la incautación, la imposición de sanciones y la cooperación internacional en la investigación y persecución.

Todo Estado que desee proteger su patrimonio subacuático del saqueo tiene interés en ratificar la Convención.

Explotación comercial y turística

La explotación comercial es la recuperación legal de objetos de un yacimiento patrimonial con el fin de ponerlos a la venta. Este fenómeno se observa especialmente en los yacimientos arqueológicos subacuáticos. Las operaciones de explotación comercial violan regularmente las normas científicas de excavación de los yacimientos arqueológicos.

La Convención de 2001 estipula en su artículo 2.7 como principio general que el patrimonio cultural subacuático no debe ser objeto de explotación comercial. Esta norma se ajusta a los principios morales que ya se aplican al patrimonio cultural en tierra.

Todo Estado que desee proteger el patrimonio subacuático mundial de la explotación comercial tiene interés en ratificar la Convención de 2001.

Arrastre y pesca

Los antiguos yacimientos pesqueros son de gran interés arqueológico, ya que, por ejemplo, los pesos de las redes y los anzuelos de pesca de épocas históricas proporcionan una fuente de conocimientos tanto sobre la pesca como sobre el yacimiento en cuestión. Las actividades de arrastre constituyen hoy en día un importante problema para la conservación del patrimonio cultural subacuático. Su impacto en los fondos marinos es especialmente devastador.

La Convención de 2001 proporciona un marco global para aumentar la protección jurídica y operativa del patrimonio cultural subacuático. Además de la Convención, existen muchas herramientas y formas prácticas para proteger el patrimonio cultural subacuático.

Actividades económicas

Las amenazas al patrimonio cultural subacuático son múltiples. Las costas, los océanos y los fondos marinos se explotan y utilizan cada vez más para actividades económicas. Los proyectos de infraestructuras en zonas costeras o litorales pueden tener un impacto significativo en el patrimonio arqueológico subacuático. Muchas actividades y obras de construcción repercuten en el medio ambiente generando contaminación, provocando erosión o modificando las corrientes, y muchas de ellas pueden afectar a yacimientos arqueológicos sumergidos, como ciudades hundidas o pecios antiguos.

Para mitigar estos impactos industriales indeseables, la Convención de 2001 establece en su artículo 5 que "Cada Estado parte utilizará los medios necesarios disponibles para prevenir o mitigar los efectos adversos que puedan derivarse de actividades bajo su jurisdicción que afecten accidentalmente al patrimonio cultural subacuático".

Trabajo industrial

Hoy en día, las costas, los océanos y los fondos marinos se explotan y utilizan cada vez más para actividades económicas. Los proyectos de infraestructuras en el litoral o zonas costeras, como la ampliación de puertos o los proyectos de dragado, la construcción de puentes o el tendido de tuberías y cables, aunque necesarios para la economía y el bienestar de la sociedad, pueden tener un gran impacto en el patrimonio arqueológico subacuático, que suele estar presente cerca de la costa. Muchas de estas actividades repercuten en el medio ambiente aumentando la contaminación, la erosión o cambiando las corrientes, y muchas de ellas pueden afectar a yacimientos que albergan patrimonio cultural sumergido, como ciudades hundidas o naufragios y pecios antiguos.

Explotación de los fondos marinos (extracción de minerales, oleoductos)

Muchos yacimientos del patrimonio cultural subacuático, especialmente los paisajes prehistóricos ahora sumergidos, se ven afectados por la extracción de arena y grava, que lleva consigo piedras de sílex y huesos. 

Aunque estas industrias se están regulando dentro de marcos nacionales e internacionales, para conciliar intereses y proteger al mismo tiempo los fondos marinos, los yacimientos culturales necesitan un mejor seguimiento, inventario y flujo de datos precisos para equilibrar los intereses económicos y la protección de los fondos marinos.  La información sobre el frágil patrimonio de los fondos marinos también es necesaria para planificar otras actividades marinas como el cableado, el dragado, la piscicultura, la extracción de grava, el tendido de tuberías y la construcción de plataformas de energías renovables. Desarrollar los fondos marinos de forma que se facilite la protección y la investigación del patrimonio cultural subacuático depende de la colaboración entre el mundo académico y la industria.