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Una educaci¨®n de buena calidad no puede ser equiparada ni reducida a los resultados del aprendizaje. Demasiados ni?os son privados de profesores suficientemente capacitados, de una buena infraestructura escolar o de un entorno de aprendizaje seguro y no violento.

El progreso en la aumento de la proporci¨®n de docentes calificados ha sido desigual entre regiones y niveles educativos entre 2015 y 2020. La mayor mejora tuvo lugar en ?frica Subsahariana, donde la proporci¨®n de docentes calificados aument¨® del 53% al 60% en educaci¨®n preescolar y del 59% al 65% en educaci¨®n secundaria superior. Sin embargo, la regi¨®n a¨²n est¨¢ lejos de alcanzar los objetivos establecidos para 2030.

Un entorno de aprendizaje adecuado debe contar con instalaciones adecuadas de agua y saneamiento, especialmente para las ni?as. Sin embargo, m¨¢s del 20% de las escuelas primarias en Asia Central y Meridional y en Asia Oriental y Sudoriental carecen de ba?os funcionales unisex, al igual que el 83% en Mal¨ª y el 94% en Togo.

La electricidad es una necesidad b¨¢sica para un entorno de aprendizaje de calidad y, sin embargo, muchos pa¨ªses carecen de ella. La proporci¨®n de escuelas conectadas a la electricidad aument¨® del 66% al 76% en el nivel primario y del 77% al 86% en la educaci¨®n secundaria inferior entre 2015 y 2020.

La escuela deber¨ªa ser un lugar seguro para aprender, pero los ataques a la educaci¨®n y el uso militar de escuelas y universidades aumentaron en 2020-21 respecto a 2018-19, notablemente en Mal¨ª y Myanmar. Los actos violentos o amenazas relacionados con la escuela pueden ser psicol¨®gicos, f¨ªsicos o sexuales y ocurrir en las instalaciones escolares, pero tambi¨¦n en el camino a la escuela, en el hogar o en el ciberespacio. A menudo surgen debido a din¨¢micas de poder desiguales y suelen ser el resultado de normas y estereotipos de g¨¦nero negativos.